Te encuentras en un restaurante viendo apasionadamente el partido de fútbol en eso a lo lejos ves de reojo a una mujer muy guapa con unos jeans ajustaditos y una blusa que deja ver su linda personalidad, te gusta pero te apasiona mucho el fútbol así q no le haces caso en eso ella q es muy aventada se acerca sigilosamente a ti la ves y sus labios te inspiran a besarla ya que huelen a frutas rojas es un olor tan delicado y rico que en lugar de ver el partido deseas besar esos labios rojos, carnositos y muy, muy ricos ella por su parte se da a desear y te deja ver el partido pero ya no lo puedes ver bien debido a que ella te inspira y te gusta ese aroma tan delicioso que tiene.
Ese beso hizo que dejaras de ver la tv en lugar de eso fueron a un lugar retirado de ahí y te beso apasionadamente como nunca nadie te había besado. Ese beso hizo en ti una combinación de sensaciones tan deliciosa que la deseaste cada vez más. Su olor era espectacular era un olor entre dulce, cítricos y algo más que dejaba ver que tan amorosa y apasionada era ella. Después se te acerco muy delicadamente y con esa voz cálida y dulce te dijo muchas cosillas ricas y muy deliciosas al oído, eso que te dijo provoco una serie de pequeñas explosiones de éxtasis que hizo q olvidarás por un momento el juego y te dedicarás a contemplarla con esa emoción desmedida que ella causaba.
Tú no podías creer que una mujer tan bella y apasionada había hecho que te olvidarás del juego lo que más amabas en la vida, era algo realmente sorpresivo y raro ya que nadie había hecho eso en ti. La mujer tenía una belleza impresionante, era exquisitamente rica y tanto su cuerpo como sus movimientos decían cantidad de cosas de solo verla, era una muñequita, con un cuerpo el cual olía a fresas con chocolate. Ese día tú la deseaste tanto que no te importo no haber visto el partido de los broncos completo. Y hasta la fecha no la has podido olvidar.
Escrito y publicado por Gaby Reyes
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