Mi día pintaba mal pero después de unas horas de stress y tristeza estaba decidida a meterme a bañar e iba a cerrar mi chat cuando de repente un ángel se apareció y tiernamente me pregunto si podía ir a mi casa a lo cual yo con una sonrisa en el rostro le dije que sí. Este ángel no sabia lo que había hecho por un lado mi día estaba nublado y negro pero en cuanto él apareció mi vida se ilumino con una luz tan intensa color blanca con un poco de amarillo, ver su silueta viniendo hacia mi me hizo sentir un universo entero de emociones.
Teníamos meses de no vernos mas que en el chat así que me vio y con una sonrisa picara me abrazo tan intenso y me dio un tierno beso que de solo acordarme me hace sonreír.
Entramos a casa empezamos a platicar pero de pronto nos extrañábamos tanto que empezamos a juntar nuestras bocas y saboreamos al mismo tiempo nuestros labios tan suaves y llenos de miel y pasión. Ese beso que me dio hizo en mi una pequeña explosión de excitación, no podía creer que mi niño lindo estuviera conmigo. En un instante pasamos de un tierno beso a uno candente, pasional lleno de exquisitos colores que iban del rojo claro al vino, deseábamos tanto ese beso que cuando nos lo dimos salieron chispas y fuegos artificiales de nuestra alma y nuestro ser. Era tanto nuestro deseo de vernos que poco a poco nos fuimos besando más y más hasta que empezamos a quitarnos la ropa lentamente, en eso empecé a besar su boca lentamente pero una cosa nos llevo a otra y nos besamos tan apasionadamente y con una fuerza descomunal la cual nos envolvió en ese ambiente de lujuria perversa llena de candentes, dulces y tiernas horas.
Estábamos tan cachondos que empezó a tocarme mis senos, besándolos, mordiéndolos y jugando con ellos por mi parte empecé a besar su pecho con amor puro y lujurioso, su ombliguito que es un manjar para mi boca y sin pensarlo le di un masaje a su pene con mis manos lo chupe, lo mordí y por supuesto lo succione. Él por su parte me acostó en el sillón de la sala y con tiernos toquecitos empezó a hacerme el amor como nunca nadie me lo había hecho. Tanto fue nuestro placer que nuestros cuerpos empezaron a sudar de pasión desenfrenada y en eso con un empujón fuerte hizo que estallara en mas de un millón de sensaciones desmedidas él estaba increíblemente excitado ya que por nuestro sexo corria una humedad impresionante y un río se desbordaba en ese instante por tanta presión acumulada en los dos.
Después con una sonrisa picara empezamos por segunda vez a besarnos, ese beso fue tan intenso que hizo que nuestros cuerpos se pusieran chinitos y que nos humedeciéramos más que la primera vez. De pronto se sentó en el sillón acomodándose abrió sus piernas lentamente y con voz sensual y dulce me invito a sentarme en él, esa sensación fue extremadamente fantástica el sentirlo todo duro, caliente y húmedo dentro de mi , era una sensación de fuegos artificiales y con ese movimiento en círculos explotamos y tuvimos un mega orgasmo que se podía ver desde el cielo. Era como iluminar cientos de casas con un resplandor blanco como nuestra alma lujuriosa. Después con suave ternura disfrute su suave miel saboreándola y tomándola poco a poco succionando hasta su ultima gotita.Esa gota nos recordó toda la pasión, amor y deseo que sentimos desde la ultima vez. Después de este día volvimos a nacer y quedamos en seguir con nuestro intenso, lujurioso y deseo carnal explosivo.
Escrito y publicado por Gaby Reyes
Derechos de autor 03-2007-120713021100-14
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