Espero tu llegada... Las horas transcurren lentamente a medida que se acerca el momento de volvernos a encontrar.Un océano nos separaba. Tuviste que ausentarte varios días. Saboreo de antemano imaginar estrecharte entre mis brazos.Atardece de pronto, atraviesas el umbral de nuestro hogar.
Me paralizó, el corazón palpita sin control. Nos miramos. Observo tu figura. Elegante, ataviada con un grueso abrigo, y zapatillas obscuras. La maleta en una de tus manos. En el cuello, el collar de perlas que alguna vez te obsequié. En tu mirada,una mezcla de dulzura, amor y deseo. Estoy a punto de ir hacía ti, con un gesto de tu mano, me detienes. Dejas en el piso la maleta, y lentamente, desabrochas tu abrigo. Te lo quitas, y quedas casi desnuda ante mí. Solamente un liguero rodea tus caderas, las medias coronadas por un fino encaje, penden de él.
Respondo a tan magnífica visión con una potente erección. La notas a través de mi ropa y sonríes pícaramente. Te acercas, y acaricias, primero lentamente, y después, apasionadamente, mi bocado. Yo acaricio tus senos, los chupo y muerdo suavemente. Es una delicia sentir tus pezones entre mis labios. Nos besamos en la boca, y nuestras lenguas se exploran con frenesí. Acaricio tu entrepierna... Siento tu húmedad. Ardo en deseos de penetrarte.
Introduzco suavemente mis dedos en tu selva tropical. Gimes, mientras me desnudas con celeridad. Nos recostamos sobre la alfombra de la sala, exploro con mi boca tu intimidad. Te humedeces más y más. Tú introduces mi bocado en tu boca. Nos perdemos en las maravillosas sensaciones que recorren cada centímetro de nuestro cuerpo.Me suplicas que te penetre, respondo besándote con pasión las suaves curvas de tus caderas.
Continúo pasando mi lengua en tu vientre, y haciendo a tu pecho y a tu cuello. Me acaricias con urgencia la espalda y los glúteos.Suavemente, introduzco mi bocado en tu calidez. Nos fundimos. El calor nos inunda. Inmediatamente, tienes un orgasmo. Me muevo lentamente en ti, saboreándote, gozándote. Las palpitaciones de tu cuerpo me enloquecen. Me muevo más intensamente, siento tu corazón y el mío desbocarse. Me detengo un momento para admirar tu cuerpo voluptuoso. Acaricio tus piernas, siento la sedosidad de las medias que la cubren.
Miro tu liguero, y disfruto notar el contraste que hace con tu piel. La pasión me consume. Me atraes hacía ti. Y a continuación nuestros cuerpos unidos en la frenética danza del amor. Placer y más placer... Casi al mismo tiempo llegamos al clímax. Exhaustos y contentos, yacemos acostados. Beso la punta de tu nariz. Tu voz suave rompe el silencio, mientras observas las escasas prendas que portas: -eres fetichista.Te respondo: -te equivocas. Pero si lo fuera, tendría que decir que mi fetiche eres tú...
Escrito y publicado por Gaby Reyes
Derechos de autor 03-2007-120713021100-14
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