Cuando observo tu rostro hermoso de mujer, surgen multitud de sensaciones: ternura, admiración, respeto. Tu rostro ambivalente me muestra fuerza y vulnerabilidad. Fortaleza y ternura. Dulzura y pasión. Tus expresivos labios rojos me mueven a experimentar la inocencia mezclada con el más infinito deseo. Cómo puede ser posible? Deseo a la vez cuidarte, protegerte en todo mal, y poseerte con lujuria. Cómo pueden unos labios rojos generar en mí sentimientos tan disímbolos Lo medito, y después de un rato, lo entiendo... Una mujer en toda la extensión de la palabra, como tú, engloba todo: eres fuerte y dulce, tierna y pasional. Firme para defender convicciones, sensible para amar a los animalitos, para crear las más bellas composiciones. Dulce para amar y quizá hasta salvaje para provocar los deseos más explosivos en el sexo. Esa eres tú... Mujer capaz de albergar todo en sí misma. Mujer misteriosa capaz de despertar los sentimientos más profundos y las pasiones más desenfrenadas. Mujer capaz de generar miedo por todos los arcanos que en tu alma habitan. Tu cuerpo de mujer, hermosa vorágine en la que todo se funde.
Derechos de Autor 03-2007-120713021100-14
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