Hoy fue un día inesperado después de haber estado escribiendo poesía erótica y platicando con un caballero de hermosos pensamientos. Me sentía super excitada y por esta vez no me pude aguantar, sentía que salia fuego en mí era una sensación muy rara pero cierta.
Tenía ganas de abrazar a alguien, besarlo, tratarlo con amor pero no había nadie.
De pronto y como por arte de magia apareció mi niño lindo, mi mundo se ilumino era increíble como podía estar feliz de verlo.
Él y yo nos vimos nos abrazamos mutuamente con cariño y ese deseo erótico que siempre se siente cuando él aparece. De pronto y sin pensarlo empezó a abrazarme con mas fuerza tanto que su pene empezó a ponerse duro y paradito, había fuego en mi casa y era sorprendente como él me prendía, me acaricio por encima de mi ropa y poco a poco nos fuimos besando más y más como si nos estuviéramos haciendo el amor desde nuestra boca.
Se dio cuenta que estaba explotando mis fuegos artificiales se veían a lo lejos y sabía que yo quería hacer el amor.
Fue magia para mi me hizo subir al cielo y quedarme ahí más de una hora, era espectacular sentirlo adentro de mí caliente, duro, vigoroso y con besos deliciosos empece a quitarle el condón y lo disfrute como nunca.
Después con una voz sensual y un poco de fuerza me puso boca abajo con mucho cuidado y con una fuerza sensual se puso arriba de mi e hicimos el anal, fue espectacular sentir esas sensaciones en mí una y otra vez lo hizo sin parar y estaba tan húmeda que automáticamente empezó a venirse, era tanta la humedad que el podía meter su dedo y sentir esa miel en mi.
Bese su boca como si le estuviera haciendo el amor y tanto fue la excitación que fluyo en el su rica y refrescante miel la cual yo saboree y succione hasta desfallecer.
Después de este día quedamos que pronto íbamos a seguir con nuestro fuego de pasión. Mi niño lindo es fuego puro como yo.
Escrito y publicado por Gaby Reyes
Derechos de autor 03-2007-120713021100-14
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