Y llego la tarde con esa suavidad y ese gozo de melancolía que era inevitable no disfrutarla con un enigmático y lleno de carisma compañía. El cielo se veía de un color anaranjado con suaves destellos de luz, era la tarde perfecta para disfrutar de su amor, su cuerpo y nuestro iluminado erotismo. La tarde perfecta para saciar nuestra sed de amor, pasión y desenfrenado deseo a algo realmente nuevo.
Como por arte de magia llego a mi y con suaves y dulces palabras me miro , se acerco a mi y con ese titubeo de emoción junto sus labios con los míos, era una provocación indescriptible el que mis labios lo desearan,probar sus ricos y dulces besos. Por otra parte mis labios se veían jugosos,desbordantes, carnosos y llenos de vida propia. Tenían un olor y sabor a frutas frescas de la pasión junto con arándano que hacia que él me besara con esa pasión desmedida y con ese deseo carnal que solo él sentía por mi. Al mismo tiempo que me besaba sus manos recorrían mi cuerpo con ese toque infinito y excitante que solo él sabia que me gustaba. Esas manos llenas de firmes y suaves caricias pasaban despacio por este cuerpo enardecido y deseoso de sentir su volcán en erupción. Su manos hacían que yo temblara de emoción,de sabiduría y ese placer excitante que despedía mientras recorría cada parte de mi ser.
Después con un suave retorno me tomo de la mano y con una dulce mirada me llevo a un lugar especial lleno de aromas espectaculares, bellos y suaves colores tonos pastel que provocaban un sin fin de emociones y deseos en ese instante, era increíble ver toda nuestra lujuria en más de un cien por ciento. El cuarto iluminaba nuestro deseo y fue así como llegamos a un punto donde probamos nuestra miel desbordante de energía pura miel para sus labios y dulce néctar para mi. En ese preciso instante volteamos a vernos mi cuerpo, mis labios y mis ojos le pedían cada vez más de su delicioso néctar y él con un dulce y hermoso despertar contemplaba esa mujer que era su mayor deseo y el amor de su vida. En ese instante comprendió que ella era la fruta prohibida que él deseaba y anhelaba desde hace mucho tiempo por su parte ella se dio cuenta que no iba a poder vivir sin esa extremada lujuria de sensaciones que su tímido amigo despedía.
Después de ese día ellos se siguen viendo y experimentando su deseo carnal y animal que esta dentro de ellos y su amor que es la fruta prohibida de este cielo estrellado con colores naranjas y rojos.
Escrito y publicado por Gaby Reyes
Derechos de autor 03-2007-120713021100-14
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