Hace unos días vino un amigo a traerme algo que le habia encargado, entro a mi casa y de pronto lo vi tiernamente como nunca antes lo había yo visto. Esa ternura hizo que él se me quedara viendo fijamente su mirada era tan espectacular que decía viéndome “cómeme”. Recuerdo esa mirada tan penetrante que te envolvía en lo más profundo de tu piel y hacia que nada mas de verlo sintieras ricas cosas sobre ese hombre tan especial.
Era una sensación de excitación, caliente,provocativa y muy cachonda esa mirada decía más que lo que él pudiera decir. Era una mirada increíblemente profunda tan profunda que empezó a ver mis pupilas más abiertas y mi respiración era un poco rápida. Solo de ver esa mirada mi cuerpo empezó a temblar y sentir desesperación por hacer el amor a más no poder. Era impresionante como mi cuerpo reaccionaba a esos ojos verde gris-aseo que permitían ver tantas cosas ricas acerca de su persona y sus movimientos hacían que mi cuerpo lo deseara más, sentía una vibración extraña con un toque de nerviosismo y una excitación tan rica que era algo que nunca había sentido por nadie.
Con solo mirarlo nos hicimos el amor tantas veces como si fuera nuestra primera vez.
Escrito y publicado por Gaby Reyes
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